No te detengas,
Avanza, prospera, progresa, deja
que sea el mismo instinto quién te dé impulso, no importa que no sea lo esperado,
mucho menos lo soñado; lo has intentado y detrás de esa desilusión existe una
intención… Rompe cadenas, construcciones hechas, tradiciones culturales,
pensamientos únicos; vive, experimenta, percibe, reconoce sentimientos,
distingue emociones y aprende a evolucionar en cada ciclo de la vida.
Escúchate,
Cierra tus ojos, agudiza los
sentidos, siente cómo la música conecta con el alma, cómo el aire ingresa a tu
cuerpo y cómo tu mente es capaz de proyectarse, de elevarse y obtener
esperanza, recibe la respuesta de tu interior, refuérzala con tus pensamientos
y pronúnciala con el lenguaje, eres el artífice de lo creado, el dueño del
círculo y el responsable de estar donde estás.
Déjalo ir,
Deja que sea el corazón quién
llore su angustia, no le des contestaciones construidas, simplemente déjalo, protégele
y arrópalo, las heridas cierran; con lentitud, pero sanan. No profundices en
saber si el amor es eterno, duradero, no te autoculpes por su marcha, no
retengas al que no te acepta, al que no comprende ni al que no ama desde sus
venas, sabrás que el amor es energía, sudor, pasión, creatividad, felicidad y,
sobre todo, unión de dos almas que se reconocen hasta en el más absoluto
silencio.
Un simple hasta luego,
No más abrazos, no más besos, no
más preguntas ni respuestas; tan sólo y llanamente una flor de despedida, una
mirada al cielo y un vacío que se transforma en pena, nostalgia, recuerdos,
deseos, rezos… un te quiero elevado al más allá, un te necesito impulsado a la
eternidad, un no entiendo enfadado con el todopoderoso y un… algún día
estaremos dónde sea que el alma descanse…
Un contundente no,
A las críticas que se desvanecen
en el argumento, a las personas tóxicas que anteponen su orgullo y soberbia
ante la construcción de amistad, cariño y equipo, a los mal nacidos que golpean
y manipulan como herramienta de su miserable y más absoluta degeneración humana,
a los que son capaces de trepar y llegar al poder olvidándose de dónde vienen,
a los que mal gastan sus vidas construyendo historias de otros, a los que creen
que rezar es mejor que hacer, a los que se golpean el pecho pero son
miserables, avaros y mezquinos.
Imita,
A las mujeres que nos han parido,
a las que batallan, trabajan, son madres, abuelas, energéticamente positivas y
luchadoras absolutas. A los hombres que hacen de sus familias ejemplos de
unidad, a los padres que aman a sus hijos, a los hijos que reconocen a sus
padres, a los hombres que son verdaderos hombres amando a sus mujeres, a la
mujer que ama a su hombre, a la mujer que ama a su mujer, al hombre que ama a
su hombre. A los hijos que ayudan a sus padres. A los políticos que saben que
la política es vocación, que la vocación es servicio, que el servicio es ayuda,
que la ayuda es don y que el don es de humanos.
Reconoce,
Las oportunidades que te da la
vida, al otro cuando es capaz de superase a sí mismo y a los demás, cuando un
gesto es mejor que sus palabras, cuando te has equivocado y no sueles agachar
la cabeza, cuando has fracasado, tocado fondo, intentado, pero no superado; te
darás cuenta que el reconocimiento es impulso al mejor ser, a la acción
causa-efecto y así, la vida es rueda y la rueda es felicidad.
Sueña,
Con lo que deseas, anhelas,
proyectas. Con escribir un libro contando tus experiencias, angustias, miedos y
qué es para ti la felicidad. Con ser padre- madre y aprender en cada momento,
disfrutar en cada etapa. Con un mañana mejor que el ayer, teniendo en cuenta
quién eres, cómo eres y lo que quieres. Con dinamismo, voluntad, fuerza,
coraje, superación y despierta sabiendo que el sueño pronto será una realidad…
Olvida,
El daño causado, la palabra mal
sonante, las acciones ya cometidas y los rencores del pasado. El ayer sufrido,
el llanto incomprendido y la soledad en solitariedad. El no hacerlo para volver
a caer en lo mismo, el no superarse por recelo al qué dirán, el no hablar por
no destacar, el no opinar por vergüenza al preguntarme quién soy, el hacerte
pequeño en actitudes que puedes crecer, madurar y hasta triunfar. El no querer
por temor a romper estructuras, comodidades y hasta incongruencias en mi interior.
El no liberarte por miedo a lo que te han inculcado anteponiendo ideologías y olvidándote
que eres humano y que el amor es una gracia, un don, una conexión con lo
puramente perfecto.
Siente
El deseo de amar, el propósito de
ayudar, el apetito a ser amado, el cariño a recibir, la efusividad en dar, las
ganas de escuchar. La necesidad de ofrecer mi mano, extender la solidaridad,
llorar con quien llora, reír con quien ríe, empatizar con quien tengo al lado y
ser feliz con los demás. La intención de avanzar, lo que tu corazón necesita,
lo que tu alma te propone y lo que tu mente te dice. Aquello que el silencio te
transmite, el vínculo con la naturaleza, el sonido del mar, el restregar de tus
manos. La sangre que corre por tus venas, cada latido de tu corazón, el ritmo
de tu vida y el aroma de tu vivir.
Pregúntate,
Si eres lo que quieres. Si
quieres lo que eres. Si deseas lo que tienes. Si tienes lo que soñabas. Si
sueñas con ser, avanzar, crear, vivir, potenciar, renacer, luchar, no caer y,
sobre todo, sonreír. Si has tocado la felicidad, si has liberado tu espíritu,
si has sido capaz de amar sanamente, de llorar justamente, de pedir perdón
cuando has fallado, de ayudar cuando era oportuno. Si lo que tienes es porque
te lo mereces. Si tienes amigos, personas que aportan y construyen en conjunto.
Si aquello que anhelabas es lo que hoy
has fundado, si cierras los ojos y te sientes cómodo contigo mismo, si miras
hacia atrás y se dibuja una bonita sonrisa en tu rostro…
Recuérdate,
Amar es un estado. Querer es un
sentimiento. Odiar es de torpes. Envidiar es de cobardes. Criticar es oportuno
de aquellos que no tienen vida. Decir adiós es propio de los humanos. Altruismo
es de buena gente. Aparentar es de hipócritas. Nostalgia es sinónimo de
gratuidad. Emocionarse es la conexión con el mundo. Nacer es un milagro.
Registrar la vida es de sabios. Morir es natural.
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