Jamás te apagarás

Te dicen de pequeño que el simple hecho de irte, de desaparecer –así, sin decir adiós- es porque aquella estrella que potencia su luz en el firmamento necesitaba de tu energía…

Te dicen que por las prisas de la maleta y el no saber qué llevar, se olvidó –o mejor dicho- no pudo darte el beso de despedida…

Te dicen que algún día –cuando seas grande- entenderás y comprenderás, pero que si extrañas y sientes su ausencia; mires al cielo y tan sólo hables con tan infinita distancia… aunque cierres un ojo y simules poder tocarla con la puntita del dedo…

Te dicen y repiten que Dios se lleva a los mejores para estar junto a él… que así propagan su sabiduría, amor y sobre todo su calidez…

Los años, las arrugas, los fracasos, las amistades, las lágrimas, los desafíos, las risas, los dolores y el aprendizaje de la misma vida afirman que,  aquello que te habían dicho no es del todo erróneo…

Muchas veces salgo por las noches y vuelvo a cerrar un ojo e intentar contactar con la estrella que más brilla…

Muchas veces, cuando cierro los ojos, quedo a expensas que te acerques y me digas algo susurrando al oído… o que en mis sueños me conduzcas a recuerdos y emociones que se hacen presente en mi inconsciente.
    
Muchas veces, cuando mi mente lo decide y mi alma necesita distanciarse de la monotonía, me siento espectador de mi propia película, soy cámara, guionista, actor y editor… momentos únicos, irrepetibles, etapas en las que estás presente y fuiste semilla de muchísimos frutos…

Otras veces, cuando el silencio se transforma en vacío y en un dolor inexplicable, cuando fluyen lágrimas inevitables, preguntas y más preguntas; cuando la angustia, el miedo y sobre todo, el echarte de menos irrumpen el día a día, cuestiono a la naturaleza, a lo infinito, al Dios, al más allá… y todo se desvanece… porque intuyo que por necesidad, por turbación, por tradición nos aferramos a lo desconocido…

Pero déjame decirte que:

Mientras tenga conciencia de quién soy; estarás no en una estrella ni en un rezo, en una foto o en una petición; sino en mi propia mente y en mis recuerdos…

Mientras pueda escribir, emocionarme con mis palabras, leer y acercarme a valores compartidos, seremos autores y lectores… seremos seres encontrados por una misma pasión... 

Mientras duerma, descanse y guíe a mis sueños, aparecerás y viviremos el pasado en un presente continuo… te contaré mis problemas y me aconsejarás como tantas y tantas veces… 


Mientras yo esté vivo… ¡tú no te irás!

No hay comentarios:

Publicar un comentario