viernes, 27 de mayo de 2011

No sé cómo explicarte, cómo decirte o simplemente qué contarte…

Soy de esos que no logran, quizá por temor o por vergüenza, pronunciar una simple palabra o un breve comentario…

Pero sí puedo transmitir mis emociones, sensaciones y sentimientos con el tacto, con mi mirar y con mi escuchar… No me juzgues por lo que no digo, por lo que no suelo pronunciar o expresar… Sólo déjate llevar, únete a mis energías internas que, con el paso de los segundos, se transforma en un sistema único y difícil de explicar…

Al final, aquello que buscamos explicar, esa definición que tanto deseamos transmitir sólo se vive y experimenta en minutos, segundos, instantes… pero que cuánto más la trabajamos y practicamos más larga y duradera se vuelve…

El amor no se explica, el amor no se define… Se siente, vivencia y mastica.

Cuando estamos juntos y nada invade nuestros pensamientos; porque sólo tú y yo estamos inmersos en ese sistema de amor energético; cuando tu caricia traspasa mi exterior y recorre cada partícula de mis órganos para asentarse y registrarse en mi interior más recóndito; cuando tú cierras los ojos y sientes lo mismo que yo… es ahí; es entonces, cuando podemos decir que vivimos en el mismo cosmos y que estamos enamorados…

El amor no tiene discurso… Nace, crece, madura y eterniza.

El día que sienta que el tiempo ya no es el mismo, que el sol intenta no amanecer para nosotros, en ese momento, cogeré tu mano junto a la mía, volveré a mirarte fijamente como antaño, cerraremos los ojos y buscaremos, no en la culpa ni en los pecados, no en las acusaciones ni en los terceros, sino en aquellas partículas energéticas que tú y yo hemos transmitidos y será en ese instante donde descubriremos dónde y cómo hemos fallado… Sólo ha sido eso, un desliz, una inconstancia pasajera y un “no cuidar” momentáneo… Las agujas continuaran, el sol nuevamente amanecerá para ti y para mí y esta vez, no sólo nos aferraremos sino que también, nos amarraremos al deseo del amor: Cuidarnos…

El amor no se disuelve…. Simplemente reposa.

Aunque no logre ya tocarte, verte o contactar mis labios con los tuyos… cierro mis ojos, aunque me pesan, junto mis manos, ya no son las mismas, están ásperas, arrugadas y más lentas… pero te siento, aún te siento y continuas igual que el mismo día que tu alma se ha unido a la mía… no ha podido amor mío, no ha podido la muerte aislarte de mis emociones, sensaciones y energías… Respiro y huelo tu fragancia, me acaricio y percibo tu piel suave y delicada, cierro mis ojos y ahí te veo…

Perdóname por no decírtelo, perdóname por no expresarte verbalmente aquello que sentía y siento… Aunque si hoy estuvieses conmigo, sería igual… Nos introduciríamos en esa energía cósmica del amor… donde no hay palabras ni lenguaje que transmita lo que sentimos….