Me
cuesta entrar en debates políticos por el simple hecho que no entiendo que
existan “personajes” que no tengan a alguien en su entorno que les diga, “la
estás pifiando” y mucho. Porque al final, la política barata va y viene pero tu
imagen ante la sociedad –pese a que hay gente que se olvida de la historia- comienza
a mancharse…
No
quiero decir con esto –porque seguro que ya comienzan los que se resguardan
ante la famosa palabra “democracia”, “libertad”- que nadie tenga derecho a
votar lo que le salga del mismísimo alma, claro que sí, de eso se trata… pero
no me vengan a decir que esta gente (y muchos más) corren para el lado que
mejor calienta el sol…
El
decir votar a Scioli es continuidad de un proyecto –cuando ni ellos mismos se
creen lo que es el “proyecto”, cuando otros dicen volver al “neoliberalismo”, a
la “privatización”… y lo peor, quiénes dicen esto son imbéciles que en tiempo
de “Menem” paseaban por Miami, viajaban placenteramente o tan sólo eran menores
de 18 años que no tenían muchos pelos entre las piernas para hoy, debatir sin
haber –al menos- estudiado la historia…
Quiénes
se amparan en la bandera de la señora Cristina Fernandez, que deja un país con
más de 11 millones de argentinos en condiciones de pobreza… hablar de pobres en
Argentina es sinónimo de no tener pan, no tener leche ni alimentos necesarios
para subsistir… Hablar de pobres en argentina es vergüenza nacional, es
olvidarse que en plena campaña para nuevas elecciones un niño de 14 años en la provincia
del Chaco Muere desnutrido…
Aquellos,
que hablan de un proyecto que aman y defienden acusando que el resto de
argentinos que ha votado una nueva manera de hacer política es desastroso, esos
que creen que opinar para generar –supongo audiencia- no tienen la más mínima
idea de lo que es sufrir por no llegar a finales de mes con un centavo en el
bolsillo… y claro, lo mejor para ello es participar de un evento político donde
te regalan comida, bebidas o te entregan un estupendo plan de ayuda. No importa
el trabajo, mucho menos la educación; lo importante es el voto.
Aquellos
que defienden a capa y espada ese modelo de país “populista” donde todo se
resuelve con dinero que viene y va, con fraudes políticos, con asesinatos, esos
que dicen “los que votan a Macri son los que “…..” (miles de adjetivos
calificativos). No señor, no señora, los que votan a Macri son los mismos que
usted con el simple hecho de querer cambiar una situación… ¡Nada más!
Volviendo
a estos personajes… que, en mi opinión deberían por un lado dejar de tener un
espacio mediático y, por otro, ellos mismos, por caridad personal y un poco de
dignidad humana retirarse para un lavado de imagen.
Una
mujer que ha sido luchadora de los derechos humanos decir que un candidato a
presidente es “dictadura y tortura” me parece no tener sangre que bombea al
corazón. Una mujer que “supuestamente” ha degastado lágrimas por lo que
Argentina pasó en tiempos de militares debería dedicarse simplemente a
construir la paz social…
El
resto… opiniones que me generan nauseas.
Hebe de Bonafini. Titular de Madres de
Plaza de Mayo “…votar
"sí o sí" al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, en
el balotaje del 22 de noviembre. Mauricio Macri, es la dictadura y la tortura. A
Scioli lo veo muy falso y muy hipócrita, como lo que es. ¿Por qué no cuenta lo
que hizo en la Provincia? La hizo mierda"
Luis D'Elía:”Fue un resultado inesperado pues
"ni siquiera el PRO lo esperaba" y "ganó legítimamente María
Eugenia Vidal y ese trabajo les dio resultado y recogieron los frutos, por eso
no dudamos en felicitarlos y en seguir adelante…”
Victor Hugo Morales. “Con la contradicción que significa mi vieja
ingratitud por (Carlos) Menem, a quienes estamos bien, el neoliberalismo no
hace otra cosa que fortalecernos, a mí me conviene Macri a título personal,
pero detesto ese mundo porque yo pertenezco a otro ámbito social, me asquea el
mundo tan desigual que existe, y tomo medidas a mi manera para vivir de acuerdo
a ese sentimiento…”
Pablo Echarri. "Macri sería volver a las
políticas liberales"
Diego Brancatelli. “Yo defendí y defiendo este proyecto.
Con aciertos y errores. A veces con mayor o menor pasión pero con honestidad. Con
alguna chicana pero que no deja de ser parte de la debate, sin querer faltarle
el respeto a nadie. Sin insultar. Eso a muchos les debe molestar. Que no me
calle nada. Claro, todos los que nos jugamos por una idea o un proyecto estamos
expuestos a que nos descalifiquen o ataquen permanentemente. No quiero que nuestro país se
arrodille ante Griesa o el FMI. No quiero a una Ministra que le sacó a nuestros
abuelos el 13% de sus bolsillos. No quiero una política económica que excluya a
los más pobres. Decisiones como estas me hicieron enamorar (a mi y a millones
de Argentinos) de este proyecto. Estas cosas nos tendrían que unir a todos.
Porque el amor vence al odio. Siempre...”
Conclusión:
Tendríamos que aprender –los argentinos- a ser más tolerantes y respetar el
derecho a votar. No porque piense diferente son de una ideología, no porque
tenga ganas de nuevas oportunidades me olvide de aquellos que no han tenido
posibilidades.
Deberíamos
aprender a releer la historia de manera objetiva, para ello es necesario
estudiar, confrontar, analizar y no simplemente opinar.
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